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17 agosto 2018

El puerto de Monrepós, segunda parte

Pues sí, afortunadamente hay segunda parte. En el reportaje de mayo (primera parte) no estaba muy claro que las obras de la autovía A-23 posibilitasen acceder y visitar el antiguo trazado del puerto, que quedó en desuso en los años 80 con la apertura gradual de la variante que desde Nueno hasta Lanave facilitó enormemente el paso por el Monrepós, sinuoso y complicado en tiempo invernal. 


A día de hoy las obras siguen su camino y de hecho, el lunes 2 de julio, pocos días antes de la visita relatada en este reportaje, se abrió al tráfico un pequeño tramo de 4,5 kilómetros al sur de Lanave que elimina las famosas curvas enlazadas, atestadas de tráfico tal y como pudimos comprobar en la visita anterior y abandonadas desde ahora. Es realmente llamativo ver totalmente vacía una vía de tres carriles que hace apenas un año soportaba un tráfico infernal, y que ahora correrá la misma suerte que el tortuoso trazado original.

Como de la historia de esta carretera ya se trató en la entrada anterior, dejaremos que sean las imágenes las que hablen por si solas. Para todos los que nos gustan las carreteras abandonadas, es harto conocido el "santuario" de las Cuestas de Contreras en la antigua N-III, pero para el que aquí escribe, Monrepós y todo su trazado antiguo no le anda en absoluto a la zaga.

En esta ocasión hicimos la visita de norte a sur, de Sabináñigo a Huesca, pero debido a los cortes de la carretera original por las sucesivas reformas y por la construcción de la autovía en la actualidad, hay varios tramos sin continuidad en los que hay que volver al punto de origen y retomar la N-330 actual para acceder a ellos. Intentaré que quede lo más claro posible a lo largo del post. Comenzamos desde las inmediaciones del río Guarga, en el tramo entre Lanave y el despoblado de Escusaguas, epicentro de las obras.


LANAVE - ESCUSAGUAS

Fuente: Instituto Geográfico Nacional

En el mapa del IGN no aparece, pero poco más al sur de Lanave se ha construido una gran rotonda que enlaza la nueva A-23 con la local A-1604 y la N-330, carretera que tomaremos hasta las curvas enlazadas y ahora desafectadas de tráfico. En rojo vemos el trazado actual de la N-330, la que ha sido transformada en A-23, y en amarillo el trazado primitivo por el que nos vamos a adentrar. En la imagen por satélite de Google vemos como ya están presentes las obras de la autovía y la rotonda recién aludida. 

Fuente: Google Maps

Comenzamos la visita una vez pasado el cruce con la A-1604.




Imagen fantasmagórica de la carretera abandonada recientemente, a partir de aquí comienza el ascenso por el trazado original.


La primera de las múltiples curvas que encontraremos en el recorrido.



Vallas de hormigón con historia y anécdotas vividas, de mismo diseño que las que conocimos en la vertiente sur.


El primer hito kilométrico de varios que veremos, y que refleja la clave original con la que se nombró a esta carretera del puerto de Monrepós, comarcal 136.


Valla y murete de protección.




A lo largo de nuestro recorrido aparece alguna obra de fábrica como este muro de contención.


No pueden faltar los malecones de hormigón, tan típicos hace décadas en todas las carreteras de montaña o que discurren junto a precipicios.


Al fondo los Pirineos...



El paisaje se torna más espectacular según vamos ascendiendo. En la siguiente fotografía vemos ceñido a la ladera el viejo trazado por el cual hemos llegado hasta este punto.




Las curvas se siguen sucediendo y llegamos al kilómetro 38.


Como si de un catálogo de elementos de carretera fuese, ahora entran en juego los guardarruedas, que nos guían a lo largo de la curva.





A lo lejos, la futura A-23...


El kilómetro 37...


Más malecones...


En alguno el paso de los años y la falta de mantenimiento ha hecho mella.


Otro muro de contención...


Y llegamos a uno de los puntos más impresionantes del puerto...


Un espectacular cortado realizado en la roca para permitir el paso de la carretera.


No pude dejar pasar la oportunidad de subir a "ver las vistas" con la debida precaución, hay que tener en cuenta que en caso de accidente estamos lejos de cualquier lugar de paso.







Impresionante.


Poco más adelante del kilómetro 36, llegamos al despoblado de Escusaguas, rodeado hoy por movimientos de tierras y maquinaria. 

Fuente: Google Maps

Siendo como es este el centro neurálgico de la obra, temía que se hubiese arrasado con el pueblo y con rarezas como sus señales de tráfico de hormigón. Afortunadamente no ha sido así, como podemos ver en las siguientes fotografías.




Contraste entre la vieja iglesia de Escusaguas y el moderno viaducto de la autovía.




Las ruinas del viejo pueblo resisten aún, veremos hasta cuando.


ALTO DE MONREPÓS - ESCUSAGUAS - ALTO DE MONREPÓS


Dejamos atrás Escusaguas pero a partir de aquí no podemos continuar por el trazado original. Estas vallas prohíben el paso por la carretera antigua, que ha sido ensanchada y asfaltada recientemente a causa de las obras. Debemos tomar la carretera de Serué, que en dirección este nos devuelve a la actual N-330. Una vez ahí, continuamos en sentido sur y antes de llegar al alto, volvemos a internarnos en la carretera antigua para recorrerla en sentido norte, opuesto al realizado hasta este momento, ya que desde el otro lado es imposible acceder por las obras. El punto de acceso está junto al cajetín de E-7 situado en el alto del puerto:

Fuente: Google Maps

Una vez internados en el tramo antiguo, nos recibe una hilera de postes de contención sin su malla y el hito kilométrico número 32.





Las vistas desde la carretera a los Pirineos son inigualables. Al fondo vemos nuevamente Escusaguas, ahora desde la distancia.




Encontramos algo de señalización metálica, como estas señales que ya cumplieron su vida útil...


...o paneles direccionales.


También una hermosa curva con postes, muchos postes.






Llegamos al kilómetro 33 y damos media vuelta, de camino al enlace con la actual N-330, la única forma de continuar en sentido a Huesca. Recordad que este tramo abandonado está cortado a la altura de Escusaguas.



N-330, VERTIENTE SUR (II)

De nuevo en la N-330 actual, cerca del alto se produjo un desprendimiento por culpa de las intensas lluvias de este pasado invierno. La carretera estuvo cortada una semana, del 13 al 20 de abril, durante la cual se construyó un tramo de unos 300 metros en tiempo récord. No ha sido el único corte de calzada acaecido a lo largo de los años en este puerto, dando lugar en alguno de los casos a desviar el tráfico por la carretera vieja durante varios meses, como ocurrió en 1997.


Volvemos ahora a la vertiente sur de Monrepós, ya documentada en la anterior entrada desde Nueno hasta el viaducto sobre el río Flumen. Hemos terminado la visita a la vertiente norte del puerto de Monrepós, y nos quedan aún ganas de recorrer algo más, así que daremos un nuevo paseo por la vertiente sur y ahondaremos algo más en ella, como por ejemplo el tramo que continúa desde dicho viaducto en sentido norte. Comenzamos desde Arguís, lugar de tranquilidad excepcional a orillas del embalse de mismo nombre.


El entorno es ideal para realizar deportes acuáticos, rutas de montaña o pasar unos días de relax, no es de extrañar que la guía turística Firestone de Pirineo Occidental describiese a la hospedería como lugar de "refugio y descanso", dada la calma reinante en la zona. Dicha hospedería, construida a mediados del siglo pasado y cerrada desde 2007, pertenece hoy al Gobierno de Aragón y espera comprador, tras varios intentos de reflote y subastas desiertas, una pena. 


La antigua N-330 pasaba por delante del edificio y discurría durante unos metros en paralelo a la presa. Parte de lo que queda de su trazado sirve hoy de aparcamiento.






El embalse tiene historia, y es uno de los más antiguos de España. Finalizadas las obras de construcción en 1704, vio aumentada su capacidad con el recrecimiento de 1929.


Imagen del dique con la hospedería al fondo.



Aguas abajo, la carretera atraviesa el congosto del río Isuela, camino a la capital oscense.


Volvemos hacia Arguís para comenzar la ascensión al puerto, esta vez desde el sur y por lugares ya conocidos, como el túnel de Manzanera. Poco antes del túnel, a lado izquierdo permanece el muro de contención del terraplén en el que se debió de ubicar hace mucho tiempo la casilla de peones camineros adscrita a este tramo de carretera y hoy desaparecida.


Atravesamos el túnel...


Y cruzamos el majestuoso viaducto.


De aquí en adelante, punto en el que nos detuvimos en la primera parte del reportaje, está prohibida la circulación a todo tipo de vehículos. La carretera va por el mismo precipicio creado con el desmonte realizado para la construcción de la calzada dirección Huesca de la autovía A-23, y existe riesgo de desprendimiento al paso de vehículos de cierto peso. De hecho, en algunos puntos la vieja carretera se estrecha como consecuencia de los mordiscos realizados a la misma, por lo que aquí tocó aparcar el coche y realizar el tramo a pie.






La dificil orografía y climatología de la zona provoca numerosos desprendimientos, alguno de calado como el ocurrido en abril cerca del alto, otros de menor entidad como el que vemos aquí, y que se "salvó" pintando de blanco los salientes de la roca para mejorar su visibilidad.



Esta vez sin desprendimientos, pero misma solución.




Diferentes capas de firme y al fondo la grava.



Llama poderosamente la atención encontrar este hito kilométrico moderno, fechado en 2014, en este lugar, cortado y abandonado.


Este tramo termina aquí al encontrarse nuevamente con las obras. De vuelta al coche, los postes, el viaducto y el túnel contemplan a su moderna sustituta.


Como epílogo, el enésimo hito kilométrico, que reúne las características del hito "bipolar" que vimos en la anterior entrada. Grabada en piedra figura la clave C-136, y pintado posteriormente con pintura roja, N-330, como correspondió a su cambio de denominación y calificación. 


Aquí finaliza este reportaje de una de las carreteras abandonadas más espectaculares que he podido recorrer hasta la fecha por motivos como su trazado, elementos singulares de carretera o entorno natural. Ojalá se mantenga así en el tiempo, o si recibe alguna reforma, que al menos mantenga las características que la hacen única.


Todo mi agradecimiento a Jose Luis por acompañarme en este viaje, y por aguantar mis múltiples peticiones de que detuviese su voluntarioso Jimny para hacer numerosas fotografías. Os recomiendo encarecidamente su blog y canal de YouTube, no os defraudará.

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Nota del autor: Tanto este reportaje como el primero relativo al Monrepós han sido revisados para corregir la estructuración, que en sus anteriores versiones podía provocar que el lector se perdiese dada la dificultad de recorrer el puerto de forma lineal. Hoy en día, a abril de 2020, y dada la finalización de las obras de construcción de la autovía A-23 a su paso por este lugar, ha vuelto a haber cambios en trazados y accesos, sobretodo en la zona de Escusaguas, por lo que parte de la información aquí relatada ha quedado obsoleta. No obstante, y en atención a preservar la originalidad de la visita realizada en 2018 y su traslación a este blog, he preferido mantenerme en cómo estaba Monrepós por entonces y dejar la evolución hasta su estado final para una futura visita.

19 comentarios:

  1. Mi padre me dijo hace años que trabajó en la construcción de la carretera de Monrepos. Sería hacia finales de los años cuarenta o principios de los cincuenta. Mi duda, que no conozco la zona, ¿se trataría de la carretera de las fotos, la que se ve sin asfaltar o sería otra anterior o posterior? Gracias

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    1. Hola Rafael. La carretera en la que trabajó tu padre es con total seguridad la que ocupa la mayoría de las fotos de este reportaje, la que recorremos como trazado primitivo de la carretera de Monrepós. Las imágenes de otra carretera más ancha que ves al principio del reportaje corresponde a la variante construida décadas más tarde y que sustituyó al trazado original. Saludos y gracias por el comentario.

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  2. la primera vez que pase por alli con mi padre fue en el año 1977,y no se si seria por esa carretera o ya estaba la variante, viendola ahora en prespectiva te das cuenta que tardaras un dia largo o mas en ir de Jaca a Valencia

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    1. Pues sí, la verdad es que en su época debería ser una odisea atravesar esta zona montañosa, de normal por lo retorcido y empinado del trazado, y en invierno con la nieve, hielos, nieblas, etc. Nada que ver con el día de hoy. Gracias por tu comentario Magilt.

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  3. Mi padre vivió en la casa del puerto de Monrepos del año 1939 al 1950,durante esos años terminaron la carretera e hicieron el túnel de la Manzanera.

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    1. Estas vivencias de tu padre son historia pura de la carretera, que a su vez también es parte de un patrimonio inmaterial de este viejo trazado de Monrepós. Si un día te animas, sería un placer ampliarnos la información que tengas de aquellos años, será bonito leer al respecto.
      Gracias por el comentario y un saludo.

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  4. Muchas gracias, el reportaje es una maravilla y las fotos preciosas. Tengo 55 años, soy de Huesca y de pequeño con mis padres y mi hermana recorrimos decenas de veces esa carretera para ir al Pirineo. Imposible no marearse iendo en los asientos de atras del coche y eso que mi padre era muy buen conductor. A la vuelta era parada obligada parar en la fuente de la Manzanera que estaba antes de entrar al tunel. La gente de Zaragoza paraba y llenaba garrafas enteras dado que en esa epoca el agua de alli no era de buena calidad. La carretera era muy peligrosa y era frecuente ver los domingos por la tarde algun coche volcado en la bajada del puerto. Un saludo y muchas gracias por el reportaje.

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    1. Muchas gracias, me alegro de que haya disfrutado con el reportaje. Disculpe la tardanza en contestar, algún comentario se me había quedado en el tintero. Coincido en que esa carretera tuvo que ser peligrosa, y eso que ahora no tiene nada que ver cuando la he recorrido yo, siendo una carretera con un uso escasísimo, con lo que tuvo que ser en su época. Curioso lo de las garrafas de agua de Manzanera, gracias por compartir estas vivencias con todos y un saludo cordial.

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  5. En 1989 hice mi primer viaje largo en coche. Tres amigos y a la aventura. Valencia -Teruel - Zaragoza -Huesca-Sabiñanigo-jaca -Oloron stelvio marie. El mejor viaje de mi vida con un Renault 6 V-xxxx-j de 1974. Que recuerdos!

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    1. Años después, con qué cariño se recuerdan esos primerísimos viajes, en este caso un viaje de semejante calado. Con uno de esos durísimos R6, seguro que fue un viaje exento de dificultades mecánicas. Gracias por el comentario y un saludo.

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  6. Recordar el último accidente que tuvo lugar subiendo en el puerto de Monrepos, cerca de Arguís , por un autobús que en una de las curvas cerradas cayó por el terraplén y murió un pasajero y 20 fueron heridos. Febrero de 1990. Soy de Sabiñánigo, y a mis 56 años pase ese puerto por la carretera vieja en multitud de ocasiones. Mis padres tenían un 127 a primeros de los 80. Una odisea el viaje a Zaragoza.

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    1. Ya lo creo que debía ser una odisea, no hay más que ver la estrechez y curvas de ese tramo, totalmente superado para la masa de automóviles que ya se movían por nuestras carreteras en esos inicios de los 90. Gracias por el comentario y un saludo.

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  7. Yo, con 58 años, también de Huesca, he recorrido muchas veces el trazado de esa carretera. De pequeña vomitando en el asiento trasero al empezar a subir el puerto en las curvas de Arguis, siempre recordaré las palabras de mi padre: "aquí van a hacer una autovía y ya no te marearas más". Eran los años 60 y tardaron más de 20 años en hacerla! Mi padre ya había muerto pero me acordé tanto de él el primer día que la recorrí! En esa carretera aprendí a conducir con el sol de frente al amanecer teniendo que parar el coche por el deslumbramiento (al subir hacia el túnel de La Manzanera), y a conducir con hielo al patinar y quedarme del revés en la última curva de bajada del puerto (a la que nunca daba el sol). Que aventuras! Cuánto siento que no se pueda recorrer hoy en coche. Hubiera sido una magnífica ruta de slow driving para disfrutar. Un saludo y gracias por documentar nuestros recuerdos.

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    1. Se suele decir, y no está exento de razón, que en cierto modo "todo llega". También aquí llegó la ansiada autovía, para fortuna de muchos que tenían que sufrir el tortuoso trazado anterior. Por parte de las instituciones no hay mucho que esperar en cuanto a adecuación de este tipo de tramos abandonados como elemento histórico a preservar o conocer, por lo que nos tendremos que conformar con hacer nuestra propia ruta "slow driving", que tampoco está nada mal. Gracias por tu comentario Luisa, por compartir tus vivencias por aquí. Saludos.

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  8. Gran trabajo,mi enhorabuena al autor.A ver, entiendo que estamos en tiempos de comodidad absoluta,inmediatez en cualquier ámbito y demás pijerios,pero el trazado anterior no tenía el peligro infundado que se le atribuía.Solo pensar en la cantidad de millones de euros invertidos en destrozar paisajes sublimes me hierve la sangre.....y encima salvo residentes creo que prohíben su uso.Cualquier día esta gentuza se inventa una autovía directa a Ordesa.Lo peor es que la mayoría de la gente", está encantada porque así llegará antes a su destino.Que asco.Lo dicho buen trabajo

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    1. No te falta ninguna razón, compañero. Nos obstinamos en tirar kilómetros de autovía sin ningún miramiento por todas partes, cuando quizá deberíamos pararnos a pensar antes sobre la idoneidad del trazado, los costes, la afección a la naturaleza, etc. Claro que, esto choca directamente con los intereses de los lugareños, que quizá esperen la nueva infraestructura como agua de mayo... difícil equilibrio. Comparto contigo que quizá la anterior carretera no estaba tan mal, aunque he de reconocer que no tengo la suerte o la desgracia de tener que recorrerla cada día para valorarlo adecuadamente. Muchas gracias por tu comentario y por tu apoyo. Saludos.

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    2. Los lugareños?

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    3. Sí, la gente que vive en el Pirineo o en Huesca y necesita desplazarse por este eje por motivos laborales o no asociados al ocio. Saludos.

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  9. Necesitaba este blog desde hace años y no lo conocía. Gracias por recorrer el viejo puerto del Monrepos y el ver que es posible recorrerlo insitu, aunque sea a cachos.
    En mis múltiples viajes al Pirineo habré pasado mil veces por el Monrepos, pero no el del reportaje, mis viajes fueron en los 80-90-2000 con mis padres. Eso sí, en alguno de esos viajes se me recordaba que sus padres aún subían al Pirineo por el viaje Monrepos. Pena que no hicimos lo prometido de subir por este viejo trazado cosa que yo si pienso hacer en memoria de mi padre, gran disfrutón de la segunda versión del puerto y de mis abuelos, sufridores del primero. A mi me tocará "disfrutar" de la versión moderna y más insulsa.
    Me reitero en el agradecimiento por la dos entradas.
    Un saludo desde Zaragoza.

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