Cuantas veces, viajando por carretera, habremos visto a ambos lados de la vía cosas que nos habrán llamado la atención y que por falta de tiempo habrán quedado al margen. Pueblos, monumentos, montes, prados... o carreteras abandonadas, anotadas en la memoria para otra ocasión. Así sucedía con nuestro protagonista de hoy. Ahí estaba ese tramo, a la salida de Carabias, provincia de Segovia, en paralelo a la autovía A-1. Era evidente que estaba abandonado, por su poca antigüedad no parecía relevante, incluso podía haber pertenecido a la propia autovía. Aún así, aprovechando la vuelta de un viaje a Madrid y la larga tarde de verano del día de la visita, decidí entrar en ese tramo que tantas veces había visto desde la autovía. Al menos sumaría un tramo más a la lista de los ya recorridos, pero ojo, que tiempo más tarde, y como relato al final de este reportaje, descubrí que había más de lo que a simple vista parecía...
Fuente: Instituto Geográfico Nacional.
Hablamos de un tramo relativamente pequeño por longitud pero de notable anchura dada su importancia, ya que perteneció a la carretera de tipo radial de Madrid a Francia por Irún, y que quedó abandonado con la apertura de la autovía N-I/A-1 a su paso por este lugar. Lo podéis ver en la fotografía superior, al lado derecho. En nuestra visita partimos del extremo sentido Madrid, donde este tramo se entierra bajo la autovía y donde encontramos una señal fechada en 2001 que nos alerta del final del mismo. Nos ponemos en marcha en sentido Irún.
La calzada y su asfalto se mantienen razonablemente bien, pero la presencia de piedras de gran tamaño denota el abandono de la vía.
Este viejo cartel informaba a los conductores de la proximidad de una estación o área de servicio.
La maleza se va apoderando del terreno que un día se le arrebató, comenzando por las biondas.
Encontramos alguna señal antigua y descatalogada, como estas de permiso y prohibición de adelantamiento.
El óxido también puede ser bello, o cuando menos dotar de cierto atractivo añejo...
Panel direccional y varias señales más.
Restaurante a 200 metros.
El asfalto acusa el paso del tiempo.
La anchura de la calzada es notable aún hoy. Es de suponer que en su construcción a mediados del siglo pasado (ver actualización al final del reportaje) supusiese una gran mejoría respecto a lo existente hasta el momento. Más tarde vendría el Plan Redia para estandarizar su anchura a unos flamantes 12 metros que darían un digno servicio hasta la apertura de la autovía mediante la duplicación de calzada de buena parte de la N-I.
Peligro de deslizamiento...
Fin del tramo y vuelta a la "civilización".
Actualización Abril 2020: Hasta aquí lo visto en 2018, ahora viene la sorpresa. Repasando esta entrada con el fin de completarla y dotarla de alguna foto aérea histórica, he dado con otro tramo anterior al recorrido hasta ahora y que pasó totalmente desapercibido durante la visita. ¿Veis ese camino que sale a la derecha de la calzada que acabamos de visitar?
Fuente: Instituto Geográfico Nacional, imagen actual.
Pues parece que esa curva perteneció a la carretera de Irún...
Fuente: Instituto Geográfico Nacional, años 56-57.
Y que ya en la década de los 40 estaba amenazada por una nueva variante en construcción.
Fuente: Instituto Geográfico Nacional, años 45-46.
Durante la visita, nada hizo sospechar que esa curva abandonada estuviese ahí, así que ahora procede explorarla en una futura visita y ver si aún quedan vestigios del camino primitivo, lo cual haría ganar un nuevo atractivo a este tramo de Carabias.