Las características geográficas inherentes al prepirineo y pirineo han dado lugar a multitud de variaciones y correcciones de trazado en sus carreteras, en algún caso incluso sustituyendo itinerarios completos. Son varias e importantes las vías que surcan esta gran cadena montañosa con el fin de unir España y Francia, así como otras que la recorren de forma transversal, como la N-260, de la cual ya hablamos en este blog.
El tramo que vamos a recorrer no es una carretera abandonada como tal. No es novedad este hecho, ya que anteriormente se ha tratado aquí de otras carreteras no necesariamente abandonadas pero interesantes por sus elementos añejos. Corresponde a la actual carretera autonómica A-1205, que enlaza el embalse de La Peña con la localidad de Jaca, y que anteriormente perteneció a la carretera nacional N-330, de Albacete a Francia por Zaragoza, y de la cual ya hablamos, concretamente sobre el paso del Monrepós, (primera parte y segunda parte). Hay que decir que si bien no está abandonada, algunas características como el firme y detalles constructivos nos retrotraen a varias décadas atrás. Recientemente se ha intervenido en la mejora y refuerzo del firme desde el embalse hasta el cruce de Javierrelatre y Caldearenas, notablemente degradado desde este punto hasta Jaca. El tráfico es muy escaso, y se debe únicamente a los habitantes de pueblos pequeños como Bernués o a los montañeros y senderistas que suben a la Peña Oroel, imponente masa rocosa de 1.769 metros de altitud.
Comenzaremos en el embalse de La Peña, que fue inaugurado en 1913 y se encuentra en la estrecha garganta creada en una de las múltiples crestas de esta zona del pre pirineo oscense. Con tan solo 15 hm3 de capacidad, recoge y embalsa las aguas del río Gállego, el que los romanos denominaron algo así como "galaico", ya que su curso procedía de la Galia. El lugar ofrece una pintoresca estampa, con las peñas, la presa y un aliviadero que tiene sospechoso parecido a un túnel. Quizá ese túnel perteneció a una carretera previa a la inundación del lugar, cuya boca oeste entroncaría directamente con lo que parece ser la explanación del siguiente tramo de calzada, protegido por muretes de contención y que va a dar a la actual carretera.
Una de las obras más singulares de este entorno es su puente metálico. Dicha estructura, de poco más de 183 metros de longitud y el túnel que le sigue a continuación, datan también de 1913. Suponían y suponen hoy un claro estorbo para el tráfico rodado debido a la notable estrechez y limitaciones técnicas de ámbas estructuras, que impide el paso simultaneo en los dos sentidos, prohíbe el paso de dos camiones a la vez aunque circulen en la misma dirección y limita el peso máximo a 60 toneladas. Lo vemos desde el lado norte.
En la siguiente fotografía se muestra el vaso del embalse durante la construcción del mismo, así como un puente hoy sumergido.
Y desde el lado sur.
Muy cerca encontramos una ermita, "consagrada" a la virgen del puente de la Peña, ¿será por ello que el puente ha aguantado hasta ahora casi 105 años?
El túnel, tan estrecho como el puente, no contribuye a la fluidez del tráfico...
Este estrecho paso era compartido con la carretera N-240, carretera que al igual que la N-330 de este reportaje, también sufrió un cambio de trazado. Actualmente denominada como A-132, aún queda algún detalle cerca de Puente La Reina de Jaca:
Volvemos al embalse y comenzamos la ruta. Tomamos la A-1205 y nos encaminamos al puerto de Oroel. Pronto encontramos un hito kilométrico, el número 126, y que hace referencia al kilometraje de la antigua carretera de Zaragoza a Francia por Canfranc, integrado posteriormente en el itinerario de la N-330.
Al otro lado del hito, un azud encargado de regular y represar el cauce del río Gállego.
Más hitos...
Llegamos al cruce que hemos mencionado anteriormente, el que desvía hacia Javierrelatre y Caldearenas. A partir de aquí el asfalto hace muchos años que no ha visto mejora alguna.
Puente en curva para salvar un pequeño barranco...
Ojo a la piel de cocodrilo que ha ido apareciendo en el firme...
Otro puente en curva y mismo asfalto degradado.
Uno de varios carteles de este tipo, antiguos pero de vital importancia para advertir sobre los riesgos de arrojar colillas por la ventana y mantener la abundante masa forestal de este lugar.
Coronamos ya el puerto de Oroel.
La niebla nos tapa parcialmente la vista de la peña de mismo nombre.
Comenzamos el descenso en sentido Jaca.
Vamos perdiendo altura, pero antes de continuar haremos una pequeña parada para adentrarnos por la carretera abierta por la 6ª División Hidrológico-Forestal, cuerpo creado en 1901 para la protección y conservación de bosques y ríos, así como la prevención de daños por erosión. Integrado en 1952 en el Patrimonio Forestal del Estado, tiene en su haber entre otras cosas y como hito las obras realizadas para proteger la famosa estación de ferrocarril de Canfranc de las avenidas y torrentes pirenaicos.
Esta información y más la encontramos en la conferencia "La hidrología forestal: Corrección de torrentes y ramblas" de Ignacio Pérez-Soba, doctor ingeniero de montes del Gobierno de Aragón.
Tomamos esta carretera, que nos lleva al Parador de Oroel, refugio de montaña que hoy ofrece los servicios de bar y restaurante, y donde se pueden degustar platos típicos de montaña y caza.
A nuestras espaldas y tras el parking del parador, la omnipresente peña.
Desde el mirador del parador podemos divisar la cordillera pirenaica, adornada en esta visita por unas tempranas nieves de octubre.
Esta fuente cercana al parador muestra también el escudo de la 6ª División.
Tras el descanso de mediodía, abandonamos el parador y volvemos a la vieja N-330.
En esta "paella"...
...encontraremos el único hito con clave de carretera, una tal "HU-210". Dicho hito proviene de otra carretera, la de Puente la Reina a Hecho, por lo que ha sido "reciclado" para su instalación en este tramo. Gracias a Jacobo por la información aclaratoria respecto al hito, cuyo origen yo desconocía.
Según vamos descendiendo vemos Jaca en el horizonte...
Pero antes paramos un momento, a divisar desde aquí la peña, ahora despejada, de la cual nos despedimos.
Al llegar al final del puerto, y poco antes de entrar en el casco urbano, cruzamos el río Gas.
Y si miramos atrás, vemos la pendiente por la que hemos ido descendiendo desde el puerto de Oroel. Es esta una bonita ruta, que ahora queda reservada a los amantes de la naturaleza y las carreteras añejas.