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14 marzo 2019

N-I: El tramo abandonado de Oquillas

El "Circuito Nacional de Firmes Especiales" consistió en un ambicioso proyecto público de adecuación de parte de las carreteras principales de España, con la doble finalidad de afirmar las que aún eran de macadán o tierra y de crear un circuito por el que el floreciente turismo pudiese hacer recorrido continuo sin necesidad de alternar entre carreteras buenas y malas. Creado el 9 de febrero de 1926, buscaba que el turismo que decidía dejar de lado la rigidez de los recorridos en tren pudiese conocer España en automóvil y llegar en su vehículo hasta las poblaciones y lugares de mayor interés histórico o artístico, dotando además al circuito de una red cada vez mayor de albergues u hoteles, auspiciado bajo el Patronato Nacional del Turismo, encargado de promocionar el proyecto, crear la infraestructura de apoyo necesaria e informar al turista sobre su viaje y lo que iba a encontrar en él.

Se establecieron en principio unos 15 itinerarios, siendo casi en su mayoría circuitos cerrados y sumando algo más de 7000 kilómetros, siempre con la idea predominante de crear lo que denominaban una "carretera continua", sin interrupciones. Se  hablaba en el preámbulo del proyecto de reducir obstáculos como los pasos a nivel, aunque en el viaje de Charles L. Freeston por España y las carreteras del circuito, realizado en 1929 y en el cual recorre miles de kilómetros en un tour de casi dos meses, vemos que aún queda mucho trabajo pendiente en esa materia. En lo que si se vio gratamente sorprendido es en la introducción de mejoras como los sobreanchos de las curvas de montaña, los muretes de protección y algo que le maravilló especialmente, las curvas peraltadas, que merecen numerosos elogios a lo largo del libro. No en vano, definió a España como "el nuevo paraíso automovilístico". Es este un viaje más que interesante, del que he ido mostrando alguna fotografía en Instagram y que quizá merezca tratarlo en este blog.

Una vez descrito someramente el CNFE, nos acercamos hoy a un tramo de la carretera de Madrid a Francia por Irún, la más que conocida N-I. Personalmente, descubrí este tramo por casualidad, durante un viaje de vuelta desde la provincia de Burgos hacia el norte, tras echar un vistazo al siempre útil Google Maps. Cuál fue mi sorpresa al recorrer el tramo cuando me di cuenta de que estaba recorriendo un trazado que parecía estar inalterado desde hacía décadas, siendo ese, junto con el de la presencia de metros y metros de bordillo original, los intereses fundamentales de ese pedazo olvidado de N-I. Es de suponer que entre los comienzos del tráfico rodado en España y la sustitución por la carretera del Plan Redia, este tramo vería ciertas mejoras, como rectificaciones de curvas para adaptarlas a la cada vez mayor velocidad del tráfico. No obstante, la principal adecuación de la carretera para el automóvil sería la realizada al amparo del ya descrito Circuito Nacional de Firmes Especiales.


Antes de comenzar a describir el tramo, parémonos en un punto concreto del mismo. Cuando Carlos subió esta foto antigua a su página de Facebook (Carreteras, ayer y hoy), al momento me vino a la cabeza este tramo de Oquillas, si le sumamos que se hablaba de una ubicación aproximada hacia el km. 179, y bien cerca de allí aún existe hoy el hito kilométrico del 177...


No se que pensarán los lectores, pero a mí se me hace sospechosamente parecido a esta fotografía actual. Sea o no, lo cierto es que estamos antes un tramo de lo más interesante. Comenzamos en dicho km. 177, en la localidad burgalesa de Oquillas.



Además del hito, otro vestigio del pasado es esta publicidad del madrileño "Hotel Nacional", una auténtica reliquia pintada en una pared del pueblo. Analicemos la situación actual a vista de Maps, en la cual vemos que la radial parte hacia el norte, y levemente hacia el oeste lo que fue el sustituto Redia, que hasta hace bien poco funcionó como ramal de incorporación a la autovía. Ramal que hoy ha sido inexplicablemente eliminado con la construcción de una rotonda que redirige al tramo primitivo.

Vista del inicio del tramo. Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Vista general del tramo. Fuente: Google Maps.

Observemos ahora la evolución de este tramo con las fotografías aéreas que nos facilita el Instituto Geográfico Nacional, en primer lugar la correspondiente al vuelo del 56-57. Existe también otra toma del vuelo 45-46, pero es de calidad mediocre y el tramo está exactamente igual. Podemos observar que la segunda curva ya ha sido levemente rectificada.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

En el vuelo 73-86, el tramo ya ha quedado desafectado del tráfico, seguramente desde hace no pocos años. La nueva carretera discurre a la izquierda de la sustituida, y la mejora de trazado es más que evidente. Las curvas se han suavizado o eliminado y la plataforma es notablemente más ancha.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Finalmente, en el vuelo 98-03, la carretera ya ha sido transformada en autovía y la única diferencia con la actualidad es la incorporación de la que hemos hablado antes. 

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Nos ponemos ya en marcha, desde el 177. El lector observará en adelante que hay diferencias de luz o color entre unas fotografías y otras, esto es así porque se realizaron en tres épocas diferentes: mayo de 2014, abril de 2017 y julio de 2018.


Comenzamos recorriendo brevemente la Redia, cuando aún funcionaba como incorporación a la A-1.




Bajamos al tramo antiguo, el de características del CNFE.


Comienza a aparecer el característico encintado de bordillo, que nos acompañará casi hasta Bahabón de Esgueva.



Una fuerte curva a izquierdas...




...convenientemente peraltada, y abajo, ¿restos del camino anterior?





Pasada esta curva nuestro tramo se coloca en paralelo a la autovía, aún me pregunto como es posible que lo hayan mantenido inalterado, supongo que por la necesidad de un camino de servicio en paralelo a la A-1, y este ya estaba hecho y afirmado... desde hace décadas.





Zonas asfaltadas y otras que ya lo han perdido, pero el bordillo sigue ahí.













Aquí se empieza a desdibujar la línea trazada por los bordillos, y es que llegamos ya al final del trayecto original. La carretera antigua se entierra durante unos metros bajo la autovía. Cuando reaparece ya no hay bordillos, ahora es el turno del asfaltado moderno en las inmediaciones de Bahabón de Esgueva.



Estas vallas de contención aún resisten el paso del tiempo...



Cruzando el puente sobre el río Esgueva entramos en Bahabón.


Dejamos atrás el casco urbano, la vieja radial es ahora la vía de servicio entre Bahabón y el enlace de autovía.


Junto a la pista de incorporación a la A-1, resiste un pequeño tramo de la vieja radial, con ese regusto antiguo...


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